Cuando las marcas empezaron a entender la apatía que los usuarios tenían (y siguen teniendo) hacia la publicidad tradicional, de la que están saturados y a la que consideran monótona y aburrida, comenzaron a desarrollar actividades en otros soportes y se empezó a apostar por acciones como el marketing experiencial, es decir, por acciones en lugares concretos que impacten a quienes pasen por allí y consigan generar un buzz en medios. Esta forma de comunicar supone un beneficio concreto y significativo para el consumidor y, bajo la premisa de que tendemos a recordar las experiencias positivas, es capaz de levantar sentimientos y emociones en el usuario para que empatice con la marca y por tanto no la olvide. Ya tratamos en un artículo anterior la ciencia que hay tras este fenómeno. ¿Recuerdas que decíamos que “si no es divertido, no merece la pena ser recordado“?.
Desde hace unos años, poco a poco, las marcas están reinventando este marketing experiencial gracias a las posibilidades que ofrece la tecnología, un camino que abrieron las grandes corporaciones internacionales pero que a día de hoy está, sin embargo, al alcance de presupuestos más modestos.
Un ejemplo de cómo la tecnología puede ayudar a convertir tu campaña en toda una experiencia lo vemos en este vídeo de LG que se viralizó y llegó a las 11 millones de reproducciones en tan solo 10 días.
Otro magnífico ejemplo de utilización de la tecnología para apoyar tu campaña fue el de la marca Carozzi, que desarrolló una acción y una app para móviles en las que se permitía a los usuarios twittear con los pies.
En Spherical Pixel podemos desarrollar el software que os permita llevar este tipo de ideas a cabo, como hicimos para Eristoff con Wolf Invaders.